La Sunedu denegó a inicios de julio el licenciamiento institucional a la Universidad de San Andrés (USAN). Luego de esta decisión, la casa de estudios, con única sede en el distrito limeño de Independencia y una población estudiantil de 505 alumnos, deberá cesar sus actividades en un plazo máximo de dos años. Asimismo, quedó automáticamente impedida de realizar procesos de admisión o matricular nuevos estudiantes.
Según la resolución de la Sunedu, la USAN inició su proceso de licenciamiento el 2 de febrero del 2017, y en marzo del año pasado presentó un plan de adecuación (PDA). Sin embargo, luego de dos diligencias realizadas entre agosto del 2018 y abril pasado por la superintendencia, se resolvió desaprobar dicho plan porque no garantizaba el cumplimiento de las CBC.
Entre las deficiencias identificadas está que la universidad «no demostró tener objetivos institucionales claros, ni pudo demostrar que sus reglamentos de seguridad y sus protocolos para el uso de laboratorios cuenten con aprobación legal».
Igualmente, se detectaron «inconsistencias en los sílabos de varios cursos en relación a las horas de dictado y el número de créditos, así como sílabos con altos niveles de similitud con las propuestas de otras universidades». Respecto a las líneas de investigación, «la universidad no fue capaz de garantizar presupuesto para esta tarea».
La USAN tampoco cumplió con los requisitos mínimos que exige la Ley Universitaria respecto a su plana docente: hoy apenas tiene un 15% de profesores a tiempo completo, cuando la norma establece que sea el 25%. En tanto, «sus instrumentos de evaluación y procedimientos de capacitación están deficientemente diseñados».