Cuando se trata de los síntomas del resfriado y la gripe, no hay nada peor que tener mucha tos. Si bien es fácil saber cuándo estás enfermo, quizás te preguntes: ¿Qué es la tos exactamente? La tos es un reflejo natural que produce el cuerpo para proteger los pulmones. La tos ayuda a limpiar las vías respiratorias de los elementos irritantes de los pulmones (como el moco), lo cual ayuda a repeler las infecciones.
La tos nunca es divertida, pero lo que quizás no sepas es que existen distintos tipos de tos. La tos puede ser seca o húmeda (a veces las personas hacen referencia a la tos húmeda como “tos bronquial”), y a su vez puede ser productiva (es decir que genera moco) o no productiva (es decir que no genera moco). La tos bronquial generalmente es productiva mientras que la tos seca no lo es.
TOS SECA:
No está asociada con una cantidad de flema excesiva y es probablemente el resultado de la irritación. La tos seca puede tratarse con antitusivos, como el dextrometorfano.
TOS BRONQUIAL:
Puede ser productiva como no productiva. Una cantidad de flema excesiva en los pulmones y vías respiratorias produce la tos bronquial, y es posible que tengas dificultad para expectorar (expulsar) la flema y limpiar los pasajes de las vías respiratorias. La tos bronquial generalmente se trata con un expectorante llamado guaifenesina. Esto ayudará a fluidificar la flema y hacer que la tos sea más productiva. El dextrometorfano se utiliza a menudo junto con guaifenesina para ayudar a calmar la tos.