Pese al fulgurante progreso de los dispositivos electrónicos en las últimas décadas, hay algo que no ha cambiado desde que los primeros ordenadores personales comenzaron a venderse en los años 70, y es nuestra manera de relacionarnos con ellos: seguimos utilizando las manos, lo que convierte a estas tecnologías en doblemente digitales, por el sistema de codificación binaria y por el uso de los dedos.
Sin embargo, el activo campo de investigación de las interfaces cerebro-ordenador se propone liberarnos de esta tiranía de los dedos para permitirnos operar los dispositivos con las órdenes de nuestra mente. Esta tecnología fue una de las tendencias destacadas en la reciente feria Consumer Electronics Show (CES) 2020, celebrada este mes de enero en Las Vegas. Como ejemplo, la compañía francesa NextMind presentó un lector que se adosa a la cabeza y que permite cambiar los canales de la televisión o mover los personajes de un videojuego fijando la vista en lugares concretos de la pantalla. El salto aún pendiente hasta controlar los dispositivos con el pensamiento garantiza que pronto veremos nuevos avances en esta línea.