Los jueces de la Corte de Casación de Roma, la máxima instancia judicial en Italia, pronunciaron la sentencia contra el militar peruano, quien tiene 100 años.
El tribunal supremo italiano confirmó este miércoles la sentencia definitiva a cadena perpetua para el ex presidente de Perú, Francisco Morales Bermúdez (1975-1980), por la muerte de dos ítalo-argentinos en el marco del Plan Cóndor, ejecutado por las dictaduras del Cono Sur, informaron fuentes judiciales.
“Se trata de una página importante en el camino para conocer la verdad sobre el acuerdo criminal entre regímenes de América Latina y se hace justicia por los crímenes cometidos en los setenta contra opositores políticos y sindicalistas, lo que no se debe nunca olvidar. Nunca más terrorismo de Estado”, escribió en las redes el abogado Arturo Salerni, representante de los familiares de las víctimas, quien se encuentra de viaje en Argentina.
El caso del ex presidente peruano, quien además tiene orígenes italianos, fue juzgado por separado, aunque formaba parte del megajuicio por el Plan Cóndor llevado a cabo en Italia y que confirmó, en julio del 2021, catorce cadenas perpetuas a represores de Chile y Uruguay por la desaparición y muerte de una veintena de opositores de origen italiano.
Las investigaciones sobre la atroz estrategia aplicada en las décadas de 1970 y 1980 por los regímenes militares del Cono Sur, conocida como Plan Cóndor, fueron iniciadas hace 20 años a raíz de las denuncias presentadas en Italia por los familiares de italianos asesinados o desaparecidos.
A los dos condenados se les imputa haber organizado el asesinato en 1980 del militante ítalo-argentino de grupo guerrillero argentino Montoneros, Lorenzo Viñas Gigli, de 25 años y de Horacio Campiglia, otro dirigente del grupo, quien fue secuestrado en Brasil y trasladado a Argentina, donde se le vio por última vez en el centro de detención clandestina de Campo de Mayo.
Tras la sentencia definitiva, la justicia italiana deberá pedir la extradición formal de Morales Bermúdez, quien encabezó un golpe de estado en 1975 con el que derrocó al dictador izquierdista Juan Velasco Alvarado (1968-1975).
Mediante el Plan Cóndor las dictaduras sudamericanas pedían a otras la captura y en algunos casos la eliminación de enemigos políticos, siempre fuera de los parámetros que establecía la ley. En algunos casos, militares de dos países participaban juntos en operaciones de secuestros y torturas.