El ex gobernador de Cajamarca estaba prófugo de la justicia desde enero. Fue condenado a 19 años y 4 meses de prisión por el delito de asociación ilícita para delinquir, entre otros.
Por aproximadamente dos meses, el exgobernador de Cajamarca y prófugo de la justicia, Gregorio Santos, permaneció escondido en una rústica vivienda en el centro poblado Trancayu, a 20 minutos en moto de la ciudad de Rioja, en la región San Martín.
“Sí, soy yo. Estoy pedido. Solo trátenme bien, por favor”, fueron las palabras de Santos tras la acometida policial en la que participaron doce agentes policiales del Departamento de Operaciones Tácticas Antidrogas (DEPOTAD) de Tarapoto.
Santos se encontraba prófugo de la justicia desde enero luego de ser condenado a 19 años y 4 meses de prisión por los delitos de asociación ilícita para delinquir y colusión simple y agravada.
El exgobernador contrató a dos pobladores para que le lleven víveres y algunos medicamentos para el dolor muscular. Fue ese inusual movimiento lo que confirmó el paradero de Santos.
“En la vivienda hallamos S/ 5 mil, dos celulares y una laptop, así como bidones de agua y restos de alimentos enlatados. Santos lucía descuidado y asustado”, precisó el comandante César Ramírez Santillana, jefe de la DEPOTAD Tarapoto.
Santos fue conducido a la instalación de la DEPOTAD para la diligencias preliminares conforme a ley. Tras ello fue puesto a disposición de la División de Investigación Criminal y Apoyo a la Justicia (DIVICAJ), con sede en la ciudad de Tarapoto.
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