La nueva ola de protestas raciales que estremece a Estados Unidos

La nueva ola de protestas raciales que estremece a Estados Unidos

Miles de manifestantes se congregaron este viernes a la caída de la tarde en diferentes ciudades de Estados Unidos para protestar por la muerte del afroamericano George Floyd al ser detenido por la Policía el pasado lunes, unas protestas que han derivado días atrás en vandaismo y saqueos en Minneapolis, donde se impuso el toque de queda.

Un joven ha muerto en Detroit, tiroteado, mientras participaba en las protestas. Según fuentes policiales que citan medios estadounidenses, un hombre de 19 años, recibió disparos durante las protestas y las autoridades están buscando al agresor.

El suceso ocurrió poco antes de la medianoche del viernes cuando un individuo que circulaba en un vehículo hizo varios disparos contra un grupo de personas que protestaba por la muerte de Floyd antes de escapar.

El joven fue llevado a un hospital de la ciudad, donde se constató su muerte.

Mientras que en la ciudad californiana de Oakland, dos oficiales del Servicio Federal de Protección sufrieron heridas de bala en medio de las protestas. Uno de ellos perdió su vida a causa de la herida.

En el centro de Atlanta, cerca de las oficinas centrales de la cadena de televisión CNN, grupos de manifestantes comenzaron a romper escaparates de comercios, a lo que la Policía antidisturbios respondió con el lanzamiento de granadas de gases lacrimógenos, según mostraron las televisiones.

Algunos de los manifestantes lanzaron piedras contra el edificio de CNN y, en medio de la confusión, varios vehículos de la Policía que permanecían estacionados también fueron blanco de las piedras y otros objetos contundentes, y al menos dos de ellos fueron quemados.

En el área metropolitana de Minneapolis y su ciudad “gemela”, Saint Paul, solo separadas por el río Misisipi y en las que en las últimas tres noches se han producido incidentes violentos, cientos de manifestantes cortaron un céntrico puente que une a las dos urbes para congregarse pacíficamente y reanudar sus protestas pese al toque de queda que rige desde el anochecer y para todo el fin de semana.

La Guardia dijo que un “objetivo clave” era asegurar que los departamentos de bomberos pudieran responder a los avisos de emergencia y en otro tuit explicó que estaba “aquí con el Departamento de Bomberos de Minneapolis” para ayudar, pero no se tomaron medidas para extinguir las llamas en la comisaría. Bryan Tyner, subdirector del departamento de bomberos, dijo que sus efectivos no pudieron trabajar con los elementos de seguridad ni en el inmueble ni en algunos edificios próximos.

Grupos de manifestantes, algunos de ellos arrodillados y con el puño en alto, se congregaron frente al edificio del cuartel de policía del Tercer Distrito, en el sureste de Minneapolis, que resultó incendiado en los disturbios de la noche del jueves, bajo el grito de “no nos puede detener a todos”.

“NO PUEDO RESPIRAR”, EL GRITO DE LAS PROTESTAS
El origen de las protestas es la muerte del afroamericano George Floyd, de 46 años, quien falleció el lunes a manos de la Policía después de ser detenido bajo sospecha de haber intentado usar un billete falso de 20 dólares en un supermercado.

En videos grabados por transeúntes se ve a uno de los cuatro agentes que participaron en la detención, y que luego fueron expulsados del cuerpo, sometiendo al detenido en el suelo, subido sobre él y presionando con su rodilla en el cuello de Floyd durante minutos, sin hacer caso de sus ruegos de que no puede respirar.

“Por favor, por favor, por favor, no puedo respirar. Por favor”, se escucha a Floyd decir mientras agoniza.

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