Las subsidiarias en Brasil de las operadoras Telefónica española, América Móvil mexicana y Telecom Italia (TIM) adquirieron la red móvil de la brasileña Oi, mayor operadora de telefonía fija del país y que puso en venta varios de sus activos como parte de su proceso de recuperación judicial.
El consorcio integrado por las tres empresas, mayores operadoras de telefonía móvil en Brasil y que operan las marcas Vivo, Claro y TIM respectivamente, pagará 16,563 millones de reales (unos US$ 3,247.6 millones) por los activos móviles y las licencias de Oi tras vencer una subasta virtual organizada por el Administrador Judicial de la compañía, que se acogió a la ley de quiebras en el 2016.
Pese a que la compañía Highline Brasil, controlada por el fondo estadounidense Digital Colony, llegó a manifestar interés en quedarse con las operaciones móviles de Oi y hasta presentó una oferta de 15,000 millones de reales (unos US$ 2,941.2 millones), finalmente desistió de la subasta.
Sin ningún otro interesado, el juez sétimo empresarial del Tribunal de Justicia de Río de Janeiro, Fernando Viana, responsable por el proceso de recuperación judicial de Oi, aprobó la venta de la red móvil de la compañía a sus competidores, que pretende repartirse los clientes.