1) No solo limpia, sino que remueve las bacterias de las manos
El lavado correcto debe incluir jabón, ya que el agua por sí sola no es suficiente. Si empleamos agua y jabón podemos remover hasta un 80% de los microorganismos perjudiciales como virus y bacterias que se alojan en nuestras manos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
2) Te protege de las infecciones (incluido el COVID-19)
Lavarse las manos de forma adecuada con agua y jabón ayuda a protegernos de infecciones respiratorias como el coronavirus COVID-19, así como de infecciones estomacales, de piel y de ojos.
Según la Organización Panamericana de la Salud, también es una de las maneras más efectivas de prevenir enfermedades diarreicas y la neumonía, que juntas son responsables de la mayoría de muertes infantiles, de hecho, cada año, más de 3,5 millones de niños y niñas no llegan a celebrar su quinto cumpleaños debido a estas enfermedades.
3) ¿Cómo hacerlo bien?
Moja tus manos, toma un poco de jabón entre tus manos y frótalas completamente (palmas, dorso, entre los dedos, bajo las uñas) por al menos 20 segundos. Luego enjuaga con agua y sécalas bien.
4) ¡Cuidado! Es importante secarte las manos por completo
De acuerdo con Unicef, los gérmenes se propagan más fácilmente por la piel húmeda que por la piel seca, así que es de suma importancia secarse las manos por completo con papel o con un paño limpio para eliminar gérmenes sin extenderlos a otras superficies.
Si te seca con papel, recuerda botarlo de inmediato. Si, en cambio, lo haces con una toalla, recuerda lavarla con frecuencia.
5) Si no tienes agua y jabón, aplica alcohol en gel
En caso de no tener jabón y agua, Unicef recomienda utilizar alcohol en gel que tenga un contenido mínimo de alcohol del 60%.
Recuerda que el alcohol en gel se usa como medida temporal, pues funciona como un complemento, por eso es importante que te laves las manos lo antes posible cuando consigas acceso a agua y jabón.